domingo, 20 de junio de 2010

SOBRE LA ATENCION II

Pláticas y ensayos

Christopher Fremantle

Recopilación y Edición de

Lillian Firestone Boal

Traducción: Salvador López L.

“ ... La fuerza de la atención emana de la vida misma y regresa a ésta como una fuerza

creativa y regenerativa.”

SOBRE LA ATENCION II

EN EL UNIVERSO

NO HAY MOVIMIENTO INDEPENDIENTE

En el universo que conocemos no hay movimiento independiente. Toda la vida del

universo es mantenida por la interacción de un cuerpo con otro, desde las partículas

subatómicas hasta las galaxias, de acuerdo con la ley. Las formas de vida son

mantenidas desde el nacimiento hasta la madurez y de ahí a la muerte y

descomposición, mediante un intercambio de energías. Esto es válido a escala viral o a

escala estelar.

El hombre es un esclavo de este movimiento universal. ¿ Puede existir en el hombre

una energía o un movimiento independiente ?

El individuo ha tenido siempre la ilusión de que es libre, pero esa libertad no es suya.

Su vida está agobiada por las fuerza que le rodean: económicas, sociales y políticas y

también por las interiores, como la necesidad de alimento, casa y continuidad de la

especie. En todo esto, que obliga e impulsa al hombre desde que nace hasta que muere,

es difícil encontrar algo que no sea el gigantesco automatismo de la Madre Naturaleza.

Es sólo cuando tomamos en cuenta la antigua idea atribuida a Hermes Trismegistus de

que el hombre, como microcósmos, es la refexión del macrocosmos universal, que

encontramos una apertura hacia la pregunta: ¿ Hay en el hombre, además de las energías

necesarias para el intercambio que sustenta la vida, otras de un nivel más alto, en el que

existe un estado de libertad relativa ?

En su libro En Busca de lo Milagroso, P. D. Ouspensky describe un diagrama que le

dió Gurdjiéff en el que se representa la vida en el universo en escalones ascendentes

integrados por tres formas de vida relacionadas, en una escala de creación que va desde

lo mineral hasta lo más Sagrado. Aquí el hombre aparece como el elemento más alto en

la triada de los vertebrados y el más bajo en la triada siguiente, la angélica. Gurdjiéff

llamaba a éste el “Diagrama de Todo lo Viviente.”

En la escala del universo no puede haber algo totalmente independiente en el hombre.

Viéndolo desde el movimiento ascendente, es un esclavo de las fuerzas de la herencia y

el medio ambiente, obedeciendo a las leyes de la evolución. Enfocándolo desde arriba,

desde la unidad en la diversidad, comparte hasta cierto grado la independencia de esta

creación. Si examinamos nuestra propia experiencia, estaremos inclinados a concluir

que el área en la que aparece la libertad creativa innata del hombre reside

principalmente en el pensamiento y los sentimientos. La existencia en la literatura y el

arte sagrados de un pensamiento y una emoción capaz de propagar su verdad a través de

los siglos, parece sustentar este hallazgo.

Parece probable establecer, mediante el método empírico, que la evolución del hombre

es la evolución hacia la libertad, hacia la universalidad del pensamiento y los

sentimientos y hacia la universalidad de la verdad. Así, debemos ver a la Libertad como

una situación dinámica, más que como un aspecto estático de la vida del hombre.

Estamos inclinados a concluir que la libertad que el hombre busca tan ansiosamente es

la libertad de movimiento de sus energías internas, liberadas de las fuerzas mecánicas

del medio ambiente y transformadas dentro de él, hacia una verdad universal.

A menos que se oriente hacia la conciencia, el estudio de la energía se convierte en un

esfuerzo académico interminable, nunca redimido por una revelación de energía que lo

convertiría en el portador de vida.