sábado, 7 de enero de 2012



DE TODO Y TODAS LAS COSAS
Edit. Sirio y versión PDF


Aquí les presento una comparación de dos versiones de un mismo libro de Gurdjieff, nada más y nada menos que Relatos de Belcebú a su Nieto. En la primera que podrán leer es la de Edición Sirio, que como figura en las primeras páginas del libro es una traducción autorizada. Para los que  leímos varias veces no menos de tres como aconseja Gurdjieff, pero en mi caso 15, a raíz  de que fue en varias épocas 1984, 1989, 1995 2001 y ahora, a demás de haber leído las interpretaciones de J. G. Benett en varios de sus libros, en todas ellas estamos familiarizados en español, con esta traducción que hoy edita Sirio, antes Editorial Hachette.
Ajún acompañante de Belcebú  en esta versión es Ahoon, la ley del  Ilnosoparniano  - en la PDF es Unosparnia, Lunderpertzo  (antiguo nombre de la Luna)-    Londerperzo y un sinfín de palabras francamente distorsionadas. Otra es babosas por zánganos. Elekilpomagtistión en la Edit. Sirio y por el PDF elekilpomagtistze y así siguiendo





1 Peishakir 2 Teinoler 3 Saliakuriapi (1) El frío, (2) el calor, (3) el agua y en la versión PDF 1 «paischakir», 2 «tailonair» y 3 «saliakooríapa» 
Lo cual cambia su pronunciación.

Frases completas como: “… Y así será indefinidamente, a menos que una catástrofe cósmica imprevista cambie todo eso en un sentido u otro.
 ¡Alabado sea el azar por ello! concluyó su Grandeza Pentadimensional…” por la versión Sirio en cambio la PDF dice: 
Caracas, Ganesha, 2003.
537 págs. ISBN: 980-6404-08-4.
Encuadernado rústico. 14 x 21 cm.
“…Y así continuará siempre, a menos que una nueva e imprevista catástrofe en gran escala lo
desvíe en un sentido u otro. Gloria a la Casualidad... —concluyó Su Pantemesurabilidad…”
el de Edit Ganesha tiene la misma que Sirio en apariencia.

Pasen, léanlo y compáren por ustedes mismos y estén alertas, y más aquellos que se acercan a ésta literatura por primera vez.

Aquí van los ejemplos:

Causas de la génesis de la Luna
Editorial Sirio Desde página 79
 …Y así será indefinidamente, a menos que una catástrofe cósmica imprevista cambie todo eso en un sentido u otro. ¡Alabado sea el azar por ello! … concluyó su Grandeza Pentadimensional. Eso no perturbó el  movimiento
armónico sistemario general, la existencia apacible del sistema Ors se restableció en corto tiempo.Sin embargo, hijo mío,  después de haber considerado todos  los datos de que disponía, así como las modificaciones susceptibles de presentarse en el futuro, esa Muy Alta Comisión estimó que los fragmentos del planeta Tierra , aún manteniéndose temporalmente en sus posiciones actuales, podrían salirse de ellas más adelante- debido a ciertas traslaciones tastartunianas que ellos preveían y acarrear toda clase de calamidades irreparables tanto al sistema Ors como a los otros sistemas vecinos.Y así para evitar esa eventualidad, la Muy Alta Comisión resolvió tomar por adelantado ciertas medidas.Ella reconoció que la mejor sería hacer que la masa original, es decir, el planeta Tierra, mantuviese esos dos fragmentos desprendidos, enviándoles continuamente las vibraciones sagradas llamadas <> .La sustancia sagrada <> no se contituye en los planetas sino cuando las dos leyes cósmicas fundamentales, la Heptapaparshinoj Sagrada y la Triamazikamno sagrada, funcionan de la manera Ilnosoparniana, es decir, cuando estas dos leyes cósmicas sagradas se revelan y se manifiestan, en la  superficie de la concentración cósmica dada, de manera independiente, -independiente claro dentro de ciertos límites, por supuesto.Ahora bien, hijo mío, como semejante realización cósmica sólo se puede hacer con la sanción de Su Eternidad, el Gran Arcángel Sakaki, acompañado de algunos miembros sagrados de esa Muy Alta Comisión , se presentó inmediatamente ante Su Eternidad para solicitar dicha sanción.Y al obtener los Individuums sagrados la aprobación de Nuestra Eternidad, se realizó el proceso en la Tierra – siempre bajo la dirección del gran Arcángel Sakaki. Desde ese momento todo surgió, en el planeta, conforme al Ilnosoparno, y esos fragmentos desprendidos, que todavía existen en nuestros días, dejaron de constituir una amenaza de catástrofe universal. El mayor de esos dos fragmentos fue nombrado <> y el menor, Anulios; incluso así los llamaron al principio los seres ordinarios tricerebrales que aparecieron luego en la Tierra. Pero más tarde recibieron, según las épocas, normales diferentes. Así es como el fragmentos grande fue designado , no hace mucho tiempo, con el nombre de Luna en cuanto al fragmento pequeño, fue olvidado poco a poco, tanto es así que los seres de los tiempos actuales no sólo no le dan ningún nombre, sino que ni siquiera sospechan su existencia.
Es interesante notar, a estos propósitos, que los seres de un continente de ese planeta, el continente de la Atlántida, que desapareció después, conocían todavía ese segundo fragmento de su planeta y también lo llamaban Anulios.Pero los seres del último período de de existencia de ese continente, en cuya presencia general ya se había cristalizado e integrado los resultados de las consecuencias de las propiedades del órgano Kundabuffer, le dieron el nombre de Kimespai literalmente  Que-no-deja- dormir-en- paz. Los seres tricerebrales actuales de ese extraño planeta ignoran ese antiguo fragmento, porque su pequeñez relativa y su lejanía lo hacen inaccesible a su vista, y porque ninguna abuelita les ha dicho jamás que  en los viejos tiempos se conocía ese pequeño satélite de su planeta.Y si por casualidad uno de ellos lo percibe a través de esos juguetes excelentes, aunque muy infantiles, que llamaban telescopios, no le prestan ninguna atención, tomándolo simplemente por un aerolito.Los seres actuales, por otra parte pronto no podrán percibirlo ya más, puesto que se ha vuelto propio de su naturaleza ver sólo la irrealidad. Hagámosles justicia: en los últimos siglos, se han mecanizado artísticamente  a no ver nada real.Así pues, hijo mío, unas analogías del Todo, o como aún se dice, unos microcosmos, aparecieron también en el planeta Tierra;  y más adelante, esos microcosmos constituyeron la vegetación llamada oduristolniana o polormedértica.Más tarde aún esos microcosmos se agruparon, como se hace ordinariamente, para constituir diversas formas de tetartocosmos de tres sistemas de cerebros.Entre estos últimos aparecieron por primera vez los tetartocosmos con tres sistemas de cerebros. Entre estos últimos aparecieron por primera vez los tetartocosmos bípedos que tú llamaste hace Entre estos últimos aparecieron por primera vez los tetartocosmos bípedos que tú llamaste hace Te explicaré especialmente en otra ocasión por qué y de qué manera aparecieron en los planetas analogías del Todo, cuando pasaron las leyes sagradas fundamentales al Ilnosoparno; luego te hablaré de los factores que contribuyeron a formar diversos sistemas de cerebros eserales y te expondré en general las leyes de la creación del mundo y de la existencia del mundo.Mientras tanto, quiero que sepas que desde su aparición en el planeta Tierra, esos seres tricerebrales que te interesan dispusieron, a fin de perfeccionar las funciones que sirven para la adquisición de la Razón eseral de las mismas posibilidades que los demás tetartocosmos del Universo entero.Pero más tarde, durante el periodo  en el que comenzaron poco a poco a espiritualizarse, gracias a su instinto eseral, como sucede en los planetas análogos de Nuestro Gran Universo, un malentendido, no previsto desde Lo Alto y de lo más deplorable, se produjo para desdicha de ellos. 





Causas de la génesis de la Luna Versión en PDF
en esta  versión  desde página 47
                                                  
…Y así continuará siempre, a menos que una nueva e imprevista catástrofe en gran escala lo
desvíe en un sentido u otro.
Gloria a la Casualidad... —concluyó Su Pantemesurabilidad—, la armonía del movimiento
del sistema general no fue destruida por este percance y así pudo restablecerse rápidamente
una pacífica existencia en todos los planetas del sistema 'Ors'».
Sin embargo, querido mío, una vez que esta Altísima Comisión hubo calculado todos los
hechos disponibles, y también todo lo que podía acontecer de ahí en adelante, llegó a la
conclusión de que si bien los fragmentos desprendidos del planeta Tierra podían mantenerse
durante cierto tiempo en las mismas posiciones que ocupaban, podían, en razón de ciertos
«desplazamientos Tastartoonarianos» sospechados por la Comisión, abandonar en el futuro
aquellas posiciones y ocasionar una larga serie de calamidades tanto en el sistema de «Ors»
como en los demás sistemas solares vecinos.
Por ello, la Altísima Comisión decidió tomar ciertas medidas a fin de evitar tal posibilidad.
Y resolvieron así que la mejor medida en aquel caso sería hacer que el cuerpo fundamental, es
decir, el planeta Tierra, enviara de forma constante a los fragmentos que de él se habían
separado, para mantenerlos en su posición, las sagradas vibraciones conocidas con el nombre
de «Askokin».
Esta sagrada sustancia sólo puede formarse en los planetas cuando tanto las leyes cósmicas
fundamentales que en ellos operan, la sagrada «Heptaparaparshinokh» como la sagrada
«Triamazikamno» actúan, como suele decirse, «Unosoparno», es decir, cuando estas leyes
cósmicas sagradas que rigen la concentración cósmica se desvían independientemente y
también se manifiestan sobre su superficie independientemente, pero claro está que
independientemente sólo hasta ciertos límites.
De modo pues, querido mío, que como tal obra cósmica sólo era posible con el asentimiento
de SU ETERNIDAD, el gran Arcángel Sakaki, acompañado por otros muchos miembros
sagrados de la Altísima Comisión, partió inmediatamente hacia Su Eternidad para rogarle que
le diera el asentimiento necesario.
Y más tarde, una vez que los Individuos Sagrados hubieron obtenido la sanción
correspondiente por parte de Su Eternidad, para la materialización del proceso unosoparniano
y una vez materializado dicho proceso bajo la dirección del mismo Gran Arcángel Sakaki,
desde entonces, también en ese planeta, exactamente como en muchos otros, comenzó a surgir
lo «Correspondiente», gracias a lo cual los mencionados fragmentos siguen existiendo todavía
sin constituir amenaza alguna para el planeta mayor.
De esos dos fragmentos, el mayor llevaba el nombre de «Londerperzo» y el menor «Anulios»,
y así los llamaron en un primer momento los seres tricerebrados ordinarios que nacieron y
vivieron más tarde en ese planeta; pero los seres que a éstos sucedieron, tiempo después, les
dieron otros nombres diferentes en épocas diversas y en los tiempos más recientes el
fragmento mayor llevaba el nombre de Luna, en tanto que el nombre del menor cayó
gradualmente en el olvido.
En cuanto a los seres que allí habitan en la actualidad, no sólo no poseen nombre alguno para
este fragmento más pequeño, sino que ni siquiera sospechan su existencia.
Es interesante notar aquí que los seres residentes en un continente de aquel planeta llamado
«Atlántida», que pereció tiempo después, tenían conocimiento de la existencia de este
segundo fragmento del planeta madre, dándole también el nombre de «Anulios»; pero los
seres que habitaron tiempo después en el mismo continente, en quienes habían comenzado a
cristalizarse los resultados de las consecuencias de las propiedades de aquel órgano llamado
«Kundabuffer» —acerca del cual, según parece ahora, tendré que explayarme todavía con
más detalle— empezando a formar parte de sus presencias comunes, también lo llamaron
«Kimespai», lo cual significaba para ellos «Nunca Te Deja Dormir En Paz.»
Los seres tricerebrados contemporáneos que habitan la superficie de este planeta peculiar
ignoran la existencia de aquel primer fragmento de su planeta, debido principalmente a que su
tamaño relativamente pequeño y la gran distancia a que se encuentra, lo hacen completamente
invisible a la vista, y también debido a que ninguna «abuelita» les dijo nunca que había una
vez un pequeño satélite de su planeta que los hombres conocían y llamaban, etc., etc.
Y en caso de que cualquiera de ellos acertara a verlo por casualidad, mediante el uso de ese
pueril juguete que llaman telescopio, seguramente habría de pasarlo por alto, confundiéndolo
simplemente con un aerolito grande.
Probablemente nunca vuelvan ya a ver este fragmento los seres contemporáneos, puesto que
ya se han acostumbrado completamente a ver sólo lo irreal.
De hecho, en los últimos siglos estos seres se han mecanizado de forma verdaderamente
artística, acostumbrándose a no ver nada real.
Así pues, querido nieto, debido a todo lo que dije antes, nacieron en un principio en este
planeta Tierra, tal como debían, los que se llaman «Símiles del Todo» o, como también se les
denomina, «microcosmos» y además, originadas en estos «microcosmos», se formaron las
vegetaciones que reciben el nombre de «Oduristenianas» y «Polormedekhticas».
Más aún; como siempre ocurre, de esos mismos microcosmos empezaron también a agruparse
diversas formas de lo que se llaman «Tetartocosmos» de los tres sistemas cerebrales.
Entre estos últimos surgieron en primer término aquellos bípedos «tetartocosmos» a quienes
llamaste, hace un rato, «zánganos».
Acerca de cómo y por qué surgen en los planetas, durante la transición de las leyes sagradas
fundamentales hacia la «Unosparnia», los «Símiles del Todo», así como acerca de los factores
que contribuyen a la formación de uno u otro de estos llamados «sistemas de cerebros
eserales» y de todas las leyes relativas a la creación y el mantenimiento del mundo, he de
hablarte más adelante, en una ocasión oportuna.
Mientras tanto, sabrás que estos seres tricerebrados nacidos en el planeta Tierra que tanto te
interesan, tuvieron en sí mismos, en el principio de las cosas, iguales posibilidades para el
perfeccionamiento de las funciones necesarias para la adquisición de la Razón del Ser, que
todas las demás formas de «tetartocosmos» existentes en todo el Universo.
Pero más tarde, precisamente en la época en que también ellos, al igual que en otros planetas
semejantes de nuestro Gran Universo, empezaban gradualmente a espiritualizarse mediante lo
que se llama el «instinto del ser», precisamente entonces, por desgracia para ellos, sufrieron
un infortunio que no había sido previsto desde lo Alto y que les acarreó serias calamidades.